Los dos parques nacionales ciudadrealeños, Cabañeros y Las Tablas de Daimiel, despidieron el año pasado con más turistas en relación a 2020, año en el que la llegada de la pandemia afectó, y mucho, al turismo con la consiguiente pérdida de visitantes. Pero a pesar de que ambos han aumentado sus turistas en torno a un 40%, solo el Parque Nacional de Cabañeros se acercó el año pasado a cifras de prepandemia con 100.557 visitantes, lo que significa un 42 por ciento más en comparación a 2020, cuando por este espacio natural protegido pasaron algo más de 70.000 personas siendo octubre, cuando tiene lugar la berrea, el mes por excelencia con 19.568. Un mes, octubre, que también se marcó en rojo el pasado ejercicio con 18.801 personas.
Desde 2015, este lugar natural, ubicado entre las provincias de Ciudad Real y Toledo, ha mantenido los 100.000 turistas anuales a excepción de 2020, condicionado por las restricciones de movilidad obligadas por la pandemia. Así, y según los datos aportados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), el año que más turistas recibió Cabañeros fue 2017, con un total 112.667. Con más de 40.800 hectáreas, Cabañeros se declaró Parque Nacional en 1995, y desde entonces han pasado más de medio millón de turistas teniendo como referencia 2005, fecha desde la que el Ministerio tiene registros.
En el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel la sequía prolongada de los últimos años sigue haciendo estragos en cuanto a la llegada de visitantes. A pesar de que despidió 2021 con mejores cifras (108.731) que en 2020 (77.220), es decir, con un 40% más, no llega a recuperar los niveles de prepandemia, cuando, por ejemplo, en 2019 se contabilizaron 157.424. Mayo fue el año pasado el mes de mayor afluencia de turistas con más de 13.000, mientras en 2020 fue agosto (10.230).
Ambos parques nacionales con los que cuenta la provincia han sumado en el último año 209.288 turistas, lo que significa 61.486 más que en 2020, cuando 147.802 personas visitaron alguno de esto dos parques atraídos por su rica flora y fauna. Las Tablas de Daimiel consiguió el rango de Parque Nacional en 1973.
